Este proyecto fue pensado para una familia pequeña con grandes aspiraciones. Nury Lucía Ulloa, madre de una hija en etapa colegial, buscaba una solución habitacional compacta, funcional y ajustada a un presupuesto responsable. La prioridad era clara: un hogar que resolviera sus necesidades cotidianas sin sacrificar calidad ni comodidad.

Ubicada en un lote con forma triangular, la propuesta arquitectónica aprovechó al máximo el sector más amplio del terreno para ubicar la vivienda, garantizando así una distribución eficiente y fluida. Con un total de 45 m², la casa se organiza de manera simple pero efectiva: un pequeño corredor de ingreso da paso a la sala-comedor, que se abre mediante puertas hacia la parte posterior del lote, donde se encuentran el área de pilas y una futura terraza que ampliará las posibilidades de uso al aire libre.

La cocina se integra de forma natural al área social, facilitando la convivencia diaria, mientras que el sector privado incluye dos dormitorios y un baño completo, cómodo y bien proporcionado. Cada espacio fue pensado para brindar funcionalidad, privacidad y bienestar dentro de una estructura compacta.

A lo largo del proceso —desde el anteproyecto hasta la dirección técnica en obra— se trabajó de forma cercana con la propietaria, garantizando que cada decisión respondiera a sus expectativas y realidad. El resultado es una vivienda que demuestra que el buen diseño no depende del tamaño, sino de la claridad en las necesidades y la sensibilidad en la solución.