Cada proyecto tiene una historia, y la de Laura y Rosbin Villalobos comenzó con una visión clara: construir su primer hogar en un terreno desafiante pero con mucho potencial. Ubicada en Palmitos de Naranjo, esta vivienda debía adaptarse a un lote con un alineamiento de calle muy marcado, lo que condicionó la volumetría a una forma rectangular, de poco frente y gran profundidad.

Desde el inicio, el diseño respondió a sus necesidades como pareja joven: buscaban amplitud interior y funcionalidad, sin sacrificar estilo ni privacidad. El resultado es una vivienda de dos niveles que distribuye inteligentemente sus espacios. En planta baja se ubican la sala-comedor de concepto abierto, una cocina independiente, medio baño, área de pilas cerrada y una oficina privada, ideal para el teletrabajo. En el nivel superior, dos dormitorios brindan confort y tranquilidad, junto a un baño completo y un balcón que enriquece la habitación principal con luz y ventilación natural.

Con un enfoque minimalista y práctico, cada etapa del proyecto —desde el anteproyecto hasta la dirección técnica en obra— fue desarrollada con atención al detalle, eficiencia constructiva y acompañamiento cercano a los propietarios. El resultado es un hogar funcional, sobrio y acogedor, pensado para crecer junto a ellos.